Tiene razón don Sebastián,
Tiene muchísima razón.
Mas si me gustan,
las hijas de Eva,
¿qué he de hacer yo?
Nada me importa el qué dirán:,
Dejo la pública opinión.
Y si me encuentro,
Como un muchacho,
¿Qué he de hacer yo?
Una morena y una rubia,
Hijas del pueblo de Madrid,
Me dan el opio con tal gracia,
Que no las puedo resistir.
Caigo en sus brazos ya dormido,
Y cuando llego a despertar,
Siento un placer inexplicable,
Y un delicioso bienestar.
¡Ja, ja, ja,
Ja, ja, ja, ja!
Y es que las dos,
¡ja, ja, ja, ja!
Se deshacen por verme contento,
Esperando que llegue el momento,
En que yo decida,
¡Ja,ja,ja,ja!
Cuál de las dos,
me gusta más.
Algo me cuestan mis chulapas,
Pero la cosa es natural:,
No han de salir a todas horas,
Con un vestido de percal.
Pero también algunas veces,
Se me ha ocurrido preguntar:,
¿Si me querrán estas chiquillas,
por mi dinero nada más?
Pero, ¡ca!
¡ja, ja, ja, ja!
Y es que las dos,
¡Ja, ja, ja, ja!
Se deshacen por verme contento,
Esperando que llegue el momento,
En que yo decida,
¡Ja,ja,ja,ja!
Cuál de las dos,
Me gusta más。